Este blog es de opinión, no informativo. Las opiniones suelen ser positivas, pero no siempre.

Si quieres, échale un vistazo a las etiquetas a ver si encuentras algo que te interese y contrastamos puntos de vista.

22 abril 2009

Dizzy Mizz Lizzy – “Rotator” (1996)

Grupo danés liderado por Tim Christensen.
Hacen un metal muy escuchable con elementos del metal más fuerte pero sin serlo.
Sí, un poco difícil de definir.
El sonido es ligero, claro y limpio. Tienen toques progresivos.
Cuando Tim Christensen usa la voz nasal me recuerda al cantante del grupo japonés The Pillows.
El disco tiene 14 canciones que mantienen un nivel altísimo hasta la sexta. A partir de ahí no hay nada más que valga la pena, con lo que acabar de escucharlo cuesta lo suyo. Por las 6 primeras vale la pena.

21 abril 2009

Martin Orford – “The old road” (2008)

Martin Orford es un teclista inglés conocido por ser integrante de la banda IQ, pero también ha trabajado con King Crimson y Asia.
“The old road” es su segundo disco en solitario.
Hace un rock progresivo fácil de digerir con un sonido muy brillante.
La influencia de Genesis por momentos roza la imitación y a veces también recuerda a Emerson Lake and Palmer, de lo que se deduce que su sonido es muy ochentero, es decir, pelín dulzón.
Los instrumentistas no tienen desperdicio, dos oídos no bastan para escucharlos a todos.
A veces hacen uso del rollete medieval, pero afortunadamente sin abusar.
Atención especial a la pista 2 con el sugerente título de “Power and speed”, que es una estupenda pieza instrumental.
Por cierto, he leído por ahí que este disco será de lo último que saque Martin Orford, porque dice que está muy desilusionado con lo de las descargas gratis en Internet. Así es que cuidadín con lo que hacéis que me tenéis al hombre enfadao.
Los discos hay que comprarlos.
Hombre ya.
Cagüen.
¡Gutiérrez, suelte ahora mismo ese ratón!
Es que me tenéis contento.

Saybia – “These are the days” (2004)

Es un lástima que casi todas las canciones de este grupo danés sean a ritmo lento. Sólo les falta más marcha para ser geniales.
Tienen un cantante, Soren Huss, que está al nivel de Alex Capranos de Franz Ferdinand, su música es profunda, con momentos muy intensos y brillantes, buen sonido, buenas melodías, buenos coros, buen batería…
En la red hablan de ellos como el mejor grupo de rock del momento, pero también los presentan como el mejor grupo de pop.
Yo diría que hacen un power-pop encajable tanto en la década pasada como en ésta.
Atención sobretodo al cantante y a la pista 4, “Guardian angel just”, es tremenda.

Gotthard – “Domino effect” (2007)

Gotthard es un grupo suizo (¿has dicho sueco?, no no, suizo) orientado claramente al mercado americano, lo que se denomina AOR. Se da un aire a Bon Jovi, un aire o un huracán.
Su sonido se encuentra en ese punto medio lo suficientemente fuerte como para gustar al público heavy pero no lo bastante como para no gustar al que escucha pop.
Bonitos y multitudinarios coros, enganchosos estribillos que se repiten un número de veces muy estudiado, melodías pop, baladitas y canciones de 3 ó 4 minutos muy rítmicas y bailables tanto con guitarra imaginaria como sin ella.
Bonjovismo absoluto.
A quien le guste Bon Jovi por su música, insisto, por su música, le gustará Gotthard seguro.
A mí ni me gusta ni no, más bien todo lo contrario.
Atención a la pista 2 “Gone too far”.
Bueno va, me voy a mojar. Me gusta pero me cuesta llegar al final del disco, me empalaga un poco.

20 abril 2009

Genesis

He escuchado todos los discos de Genesis y no he encontrado nada que me guste, al contrario, encuentro tan molesta la voz de Peter Gabriel, por desagradable, como la de Phil Collins, por empalagosa.
Y la música es sencillita en todos los aspectos.
No entiendo ni su éxito ni el porqué de su influencia en muchos músicos.
Como no he encontrado ninguna foto de Phil Collins que no saliese el Pato Donald he puesto ésta, que se le parece mucho.

Transatlantic – “Bridge across forever” (2002)

Otro discazo de este supercuarteto que reúne lo mejorcito del panorama progresivo mundial. En este disco, muy parecido al anterior ya comentado en este blog, destacaría al hiperactivo y enérgico batería Mike Portnoy, que dosifica su sobrante de energía perfectamente, sin excesos en forma de ráfagas innecesarias de cañonazos con el doble bombo.
El disco tiene sólo 4 temas, todos de minutadas extraordinarias menos el tercero, que es una baladita suave de voz y piano de 5 minutos.
Neal Morse no es el único que canta, esta vez ha dejado un poco de espacio a los demás con resultados diversos.
El sonido es por lo general suave, aunque tiene momentos de gran dureza, sin duda por la influencia de Portnoy.
Discazo.
Ahí va una foto de Mike Portnoy con una batería hecha a su medida.

19 abril 2009

Yeah Yeah Yeahs – “It’s blitz!” (2009)

Grupo estadounidense de post punk, o punkpop, o powerpop... o algo, con voz femenina dulcemente desgarradora.
El disco se reparte entre unas cuantas canciones suavitas y otras cuantas, las mejores del disco, a buen ritmo y con un sonido muy poderoso y muy conseguido.
A destacar la pedazo de voz de Karen O y su manera de cantar.

U2 – “No line on the horizon” (2009)

Se suele decir que U2 es uno de los grupos que marca el panorama musical a seguir, que influyen con fuerza en las tendencias musicales del momento.
Protesto.
Opino justo lo contrario. Puede que en su día sí, pero de eso hace mucho. Pero que mucho. Hablo de tiempos de “Joshua tree” y anteriores, porque antes de “Joshua tree” U2 existía, y después por lo visto también.
Desde entonces U2 lo que vienen haciendo es apuntarse a la movida actual sin pudor ninguno, perpetuando el éxito de aquellas 3 ó 4 canciones geniales que les cayeron del cielo en forma de inspiración divina. Todo ello envuelto en una permanente campaña de marketing con posicionamiento político incluido.
No creo que U2 sean uno de los grandes, como los Rolling, Bruce o incluso Madonna, si es que estamos hablando de música.
Ahora lo que se vuelve a llevar es el rock, pues U2 ha rockerizado su música.
El resultado es discreto, que es mucho más de lo que esperaba. Al menos el disco se deja escuchar entero, no como su soporífero trabajo anterior. Está bien, sin más, lo que creo que es muy poco para la catagoría que se le supone a este grupo.
Además, a Bono ya se le notan los años, se le nota bastante en esta foto, en la que ha salido bastante desfavorecido.

Saxon – “Into the labyrinth” (2009)

Oooooooootro disco de Saxon. Y van 19.
Saxon son unos viejunos incombustibles que llevan la música en el alma y sólo dejarán de crearla cuando se mueran. Por mí encantado.
Heavy metal del auténtico, puro y genuino. Eso sí, el sonido actualizado, pero sin perder un ápice de su estilo. Siguen haciendo una música marchosa y enérgica, divertida pero con toques profundos, de melodías sencillas o casi inexistentes. Vamos, los Saxon de siempre, los que llevan sacando discos desde el 1979 con un intervalo máximo de 3 años.
Recuerdo que cuando empecé a interesarme por la música, que de eso debe hacer ya como mínimo uno o dos años, en mi barrio todos éramos jevis, y era obligado tener un grupo favorito, un grupo al que defender de cualquier ataque subjetivo de gustos musicales, del que lucir orgulloso sus emblemas en las camisetas y en las chapas. Pues el mío era Saxon. La mayoría de los jevis de entonces se repartían entre Judas Priest, Iron Maiden (loh shuda y loh maiden) y ACDC. Ser fan de Saxon, ser sajón, era algo exclusivo, tanto que en el barrio sólo éramos 3, uno que no recuerdo su nombre, podría ser Jose, mi hermana y yo. Cada vez que me encontraba con aquel chaval no podíamos evitar cruzar estas palabras, el primero decía:
-Ese sajón auténtico ahí, neng.
Y el segundo respondía:
-Ese sajón guay ahí, ¿sabe?
En un perfecto cornellanense.
Y seguidamente empezábamos a cantar una cualquiera de las canciones de nuestro amado grupo a dúo. Yo no es que me las supiese muy bien, pero es que mi coleguilla sólo se sabía la melodía, las letras se las inventaba por completo. Era de lo más gracioso, pero muy auténtico.
Qué cosas...
Eran otros tiempos...
Sí, eran otros tiempos...
Los sajones auténticos nos llevamos una profunda decepción cuando Saxon intentó asaltar el mercado americano a base de popear su música, lo que además, vino acompañado de una alarmante falta de inspiración. Ser sajón dejó de ser auténtico, y Metallica, Helloween y Manowar se hicieron dueños de los corazones de las legiones de encuerados mozos ávidos de sonidos cada vez más fuertes, pero esa ya es otra historia.
El caso es que Saxon hace algunos años que, afortunadamente, vuelven a hacer heavy metal del auténtico y del bueno.
Gran disco de Saxon.

Bill Evans – “The other side of something” (2007)

¿Se pueden fusionar jazz y country?
Si se quiere sí, claro.
Pero… ¿quedaría bien?
El que tenga dudas que escuche este disco.
Bill Evans hace una fusión de jazz, rock y country con un resultado impecable.
A diferencia del anterior disco completamente instrumental, en éste quería meter canciones cantadas. Para ello probó un buen número de cantantes, pero como la voz de ninguno de ellos encajaba a la perfección con la música se puso él mismo al micrófono.
Pues no le sale mal.
Se ha rodeado de una pléyade de estrellas como Victor Wooten, Richard Bona, Bela Fleck o Randy Brecker, por citar algunos.
Lo único que no me gusta del todo son los baterías, Dennis Chambers y Joel Rosenblatt, de un estilo muy parecido. Para mí son demasiado inquietos, demuestran su indudable virtuosismo constantemente, tanto que se olvidan de marcar el ritmo, convirtiendo una música que podría ser muy animada y bailable en jazz generalmente demasiado técnico, sólo para escuchar.
A destacar el trío de cuerdas western de banjo (Bela Fleck y Ryan Cavanaugh), mandolina (Sam Bush) y Christian Howes (violín), los bajistas (Wooten y Bona) y por supuesto el saxo de Bill Evans, todo un maestro.

03 abril 2009

Karmakanic- ”Who’s the boss in the factory”. 4ª parte.

"Let in Hollywood", la segunda obra de arte de este impresionante disco es un temazo muy enérgico compuesto en compases de 7 tiempos.
El sonido recuerda a los Yes de los 80, al 90125. Sólo recuerda, es mucho más potente.
Es la más corta y la más rápida del disco.
Tiene momentos muy vibrantes, bueno, en realidad sólo hay uno que dura 5 minutos.
Al principio cuesta un poco de seguir si uno no está acostumbrado a este tipo de compases. Lo suyo es fijarse en el batería para cogerle el tranquillo. Pero cuando lo puedes seguir más ó menos de forma automática, sin contar, es brutal.
Este compás se mantiene durante todo el tema, pero en su parte central hay un cambio de ritmo a un tempo más bajo. Aquí es donde las guitarras suenan con más fuerza, acompañando a un solo de teclado con un sonido agudo e histérico que crea un conjunto brutal.
Después le sigue una estrofa con muchos huecos de sonido que desenlaza en un final que sólo se acerca a la perfección, no la sobrepasa como el resto del tema.
Atención a los dibujos que va haciendo Jonas Reingold con el bajo, pero aún más atención al sonido que crean bajo y guitarra juntos cuando se ponen de acuerdo y tocan lo mismo.
Brutal.
Podría escribir un tomo sobre esta canción, pero es mejor escucharla. Es de las que se pueden oír 10 veces seguidas sin cansarse.
Vaya temazo.
Habrá más sobre este disco.